Proceso de aceptación y culpabilidad

Son muchos los padres que piensan que han fracasado, que han dado de lo que el niño esperaba de ellos. Existe el riesgo de que se culpen entre ellos, especialmente si en la familia de alguno existe el antecedente de otro niño con discapacidad cognitiva. Para escapar del sentimiento de culpa, se trata de buscar alguna excusa externa como puede ser algún medicamento tomado por la madre, el que haya sido asustado por algún acontecimiento, un incidente ocurrido en la oficina o trabajo el cual origino una gran tensión, etc.

Otra reacción primaria de los padres es la vergüenza ante la familia y sus amigos con pensamientos como “¿Qué dirán todos?” “¿Qué pensaran de nuestro hijo?”. Siente que su “imagen familiar” se ha deteriorado. La preocupación y angustia de los padres así su hijo también es una reacción importante les preocupa si sobrevivirá y si así ocurre, como vivirá “¿alguna vez parecerá normal?” “¿Será capaz de jugar, caminar, hablar, o casarse?” “¿Habrá una esperanza de una vida normal?”.

El papel de la familia y la comunidad en la inclusión de niños con discapacidad cognitiva

En los procesos de inclusión de niños y niñas con discapacidad cognitiva la familia cumple un papel de agente facilitador y promotor del proyecto de vida individual y familiar. Es la familia la encargada de tomar decisiones fundamentales para la vida de su hijo y proyectar las posibilidades de aprendizaje y de desarrollo. Por esta razón, se considera básico brindar a la familia el soporte emocional que le permita mejorar los procesos de aceptación de la condición de su hijo y trabajar en la construcción de estrategias para obtener logros en las diferentes dimensiones de su desarrollo, información y orientación en los procesos de aprendizaje, desarrollo, y formación en procesos de estimulación adecuada y asesoría en alternativas educativas acordes a las condiciones particulares de su hijo.

El papel de la comunidad en los procesos de inclusión de niños y niñas con discapacidad cognitiva es básico para que puedan aprender competencias sociales que les permita generar relaciones y lazos afectivos como base para su desarrollo integral, es necesario sensibilizar e involucrar a la comunidad y lograr la inclusión social de esta población para que participen en el desarrollo de niños y niñas con discapacidad cognitiva generando alternativas para su desarrollo dentro del contexto inmediato.

Fundación Procer y el deporte

Las personas con deficiencia mental pueden aprender, disfrutar y beneficiarse con la participación activa en los deportes individuales y de grupo cuando se les brinda la instrucción, el aliento y el apoyo necesario.
El entrenamiento constante es fundamental para lograr el desarrollo de destrezas deportivas. A través del entrenamiento deportivo y las competencias, las personas con discapacidad cognitiva se benefician, tanto físicamente, mental, social y espiritualmente, la familia y la comunidad en general por medio de su participación y observación, se siente más unida y comprenden mejor a las personas con deficiencia mental, en un marco de respeto y aceptación.
La participación deportiva, tiene dos aspectos importantes en los cuales ubicamos los diferentes deportistas, dentro de este tenemos el deporte competitivo y recreativo, ya que dentro de la comunidad con discapacidad cognitiva, se busca la vinculación de todos, y por sus dificultades unos podrán ser competitivos, y otros un poco más recreativos.
Es por esto, que desde el año 1994, la Fundación Procer se ha preocupado por permitirle al deportista especial participar en actividades deportivas importantes, desde encuentros municipales, departamentales, nacionales e internacionales como las Olimpiadas Especiales FIDES.

La aceptación

Las familias que tienen hijos con discapacidad cognitiva, atraviesan un proceso arduo de aceptación, el cual, no es fácil enfrentar que un nuevo miembro de la familia padezca una serie de retrasos motores, intelectuales y emocionales que no le permiten un desarrollo completo en la sociedad. En la actualidad, situaciones como estas en los grupos familiares han llegado a ser más común de lo normal, debido a diferentes situaciones del entorno natural y del ser humano en sí. Esta realidad no se puede convertir en una situación ajena e individualista, ya que cualquier persona está propensa a enfrentarse a una circunstancia de la vida cotidiana donde puede sufrir una discapacidad cognitiva.

Un profesor, un amigo

Los niños con discapacidad cognitiva son difíciles de llevar, ya que el trato que estos necesitan es muy particular. Son seres totalmente especiales, en todo sentido, los cuales necesitan a personas especiales para que los acompañen en cada progreso que estos lleven durante su vida.

Un profesor afectuoso es más tolerante a las dificultades que presente el alumno, a los comportamientos desadaptados que presente ocasionados por su discapacidad o por las carencias afectivas a que ha sido sometido. Pero, de igual manera, un profesor afectuoso no deja de lado las normas y límites que debe tener y enseñar al niño. el profesor afectuoso debe manejar un equilibrio para determinar cuando debe demostrar al alumno que su comportamiento fue inadecuado y la manera en que debe corregir su conducta.

No es un obstáculo

Historias como estas son las que valen la pena resaltar, pues más que una realidad es un ejemplo a seguir. Con solo 5 años, Lucia no ha encontrado ningún obstáculo en su discapacidad y poco a poco sobresale por sí misma creando su propia independencia, aunque en ocasiones es necesaria la ayuda de sus padres.

El método más importante que le ha ayudado a llevar tan excelente progreso es el juego, donde a través de él logra comunicarse, expresarse y aprender todo lo que desea y se considera necesario para ella. De igual manera, son totalmente beneficiarias para su progreso motriz, sin necesidad de ser discriminada en actividades como correr, saltar o bailar.

Por esta misma razón, considero que tanto el apoyo de los padres y de la fundación a la que un niño con discapacidad cognitiva se encuentre vinculado, es esencial para el total avance del mismo; logrando resultados gratificantes tanto para el discapacitado como para su familia y personas que lo rodean.

Los niños con discapacidad cognitiva son personas que al igual que cualquier otra, tienen derecho a diferentes derechos que le permiten obtener un lugar muy importante en la sociedad. Su dificultad no es razón válida para su discriminación. A continuación mostraré algunos derechos de los niños con discapacidad, planteadas por la Federación de Asociaciones de niños con Discapacidad:

1. Derecho a una vivienda digna y adecuada a las necesidades especiales de los niños con discapacidad.
2. Derecho a circular libremente con la garantía del transporte accesible.
3. Derecho de los padres a recibir todas las informaciones relativas a la discapacidad y al bienestar del niño, siempre que el derecho del niño a mantener su intimidad no se vea afectado.
4. Derecho a recibir información adaptada a su edad, su desarrollo mental, su estado afectivo y psicológico con respecto a su discapacidad, al tratamiento al que se le somete y las perspectivas positivas de ese tratamiento.
5. Derecho del niño al descanso y el esparcimiento, al juego y a actividades recreativas y culturales propias de su edad, así como disponer de espacios adecuados para ello.
6. Derecho de los padres o de la persona que los sustituya a pedir la aplicación de estos derechos en el caso de niños inmigrantes con discapacidad.
7. Derecho de los niños/as con discapacidad a la protección de la salud, y a los servicios para el tratamiento de las enfermedades.
8. Derecho a la detección y tratamiento precoz de enfermedades congénitas, así como de las deficiencias psíquicas y físicas, teniendo en cuenta la ética, la tecnología y los recursos existentes en el sistema sanitario.
9. Derecho a la aplicación de las técnicas y recursos de mejora y rehabilitación de secuelas que hayan podido tener por causa de enfermedad adquirida, congénita o accidente. Esta rehabilitación comprenderá todos los aspectos físicos, psíquicos y sensoriales.
10. Derecho a acceder y utilizar los servicios sociales sin discriminación por motivos de discapacidad.